A portería vacía

Jordi López

Estos días es difícil entrar en el instituto y ver que los alumnos pasan por última vez en este curso para hacer la tutoría con su tutor y no volver hasta el próximo. En cuatro días habrán pasado todos Doy un vistazo al edificio y está vacío. Puedo oír cualquier ruido (Pájaros, coches, sirenas de ambulancias...) pero encuentro a faltar las risas de los niños y niñas, las broncas de  los profesores, la salida al recreo... Puedo bajar a la pista y chutar a portería o lanzar un triple, seguro que no fallo. Nadie me marca. Son sensaciones raras. 






Hoy también me gustaría hacer un pequeño homenaje a Pau Donés (Jarabe de palo) que se fue hace pocos días y que nos dejó un precioso álbum de despedida. 








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Comentaris

lunaroja ha dit…
Hola Jordi! Me ha encantado tu entrada. refleja esta realidad tan bien!
Pareciera que todo está detenido en el tiempo.
Y tu homenaje a Pau... maravilloso. Sin más. Toda una lección de vida encerrada en la letra de esa canción.
Un abrazo!
joaquín ha dit…
Las pistas vacías y tras las rejas...todo una imagen de los tiempos presentes
alfonso ha dit…
·.
Difícil entender un colegio sin sus niños. No me extraña que eches en falta el bullicio, la vida. (Creo entender que allí trabajas)
Llegará el día en que todo se normalice (de otra manera) y todo volverá a ser igual.
Buen homenaje.Fue todo un gran personaje.

Un abrazo Jordi

LaMiradaAusente · & · CristalRasgado
Un colegio sin niños, es un espacio vacio!
Recomenzar ha dit…
la pesadilla que vivimos y que continuará ya en China hay un rebrote-Los paises con tantos habitantes como EEUU y China no terminarán nunca de rebrotar
Tu arte maravilloso como siempre
Ildefonso Robledo ha dit…
Bello homenaje, amigo, y buena imagen que nos habla de estos tiempos que estamos viviendo
Un saludo
Carmela ha dit…
Una gran persona que luchó hasta el final con una entereza increíble. Toda una lección de vida. Descanse en paz.
Tu fotografía un reflejo muy real de la pandemia.

Un beso, Jordi.
Anaximandro ha dit…
Esa reja como señal de prohibición para acceder al recinto, es un gran toque de calidad en tu fotografía. Y por supuesto, me uno a tu homenaje al desaparecido Pau Donés.
Un abrazo, Jordi.
Tesa Medina ha dit…
Jordi, una foto que es un relato en sí misma. Me gusta mucho.

Las ventanas de mi casa dan por arriba al cielo y por debajo a un gran colegio de primaria, y eso que describes es lo que siento, echo de menos los sonidos habituales, niños y niñas gritando, corriendo, y alborotando en el recreo, justo en esta ahora que te comento el silencio es total salvo por los pájaros.

Que pena siento que una persona tan joven y un gran artista como Donés nos haya dejado para siempre. En ese vídeo nos da una lección de amor por la vida, pese a todo, y el agradecimiento a los que han permanecido a sus lado. Muy conmovedora su sonrisa.

Una abraçada,
Margaret D ha dit…
Lovely photo looking through the wire - not a soul in site, not a sound of a child, no noise just nature to be heard. A lovely, silent place inside that fence.
Take care.
josep ha dit…
M'encanta la foto del pati buit. L'absència de gent es una imatge molt repetida en els darrers temps.
Una forta abraçada Jordi
Jordi
Uma realidade destes tempos estranhos
e tão tristes

a foto diz tudo!

Continuação de boa semana.
beijinhos
:(
Jesús Castellano ha dit…
Son momentos difíciles e insólitos,esperemos que esta situación se resuelva pronto. La foto transmite esa soledad que comentas en el texto.

Saludos.
Laura ha dit…
Un luchador hasta el final.
D.E.P

Es un año de lo más raro, que pase cuanto antes.
Un abrazo.
Antonio Rodriguez ha dit…
Estamos viviendo unos momentos extraños que hace unos meses serían impensables. ¿Alguien se imagina volver a ver a los amigos después de algunos meses y no darse un abrazo por precaucion?. Con eso ya está dicho todo y lo peor es que esto va para largo?
Un abrazo y cuidate
Anònim ha dit…
Hola Jordi.No estoy aún en el blog,pero entro alguna vez a leeros un poquito c
LA fotografía es muy ilustrativa y sacada tras las vayas,aún le da un toque de tristeza y desasosiego.
Ausencia la llamaría!
La muerte de PAU me ha dolido mucho,porque me gustaba su música,su estilo,su fortaleza...
Este año ha desaparecido mucha gente.
DEP,Pau.Otro ángel más en el cielo, otro poeta..cantando a nuestros seres queridos que están con él.
Besucos y a cuidarse mucho!
Volveré en poco
Anònim ha dit…
QUise decir VALLAS.Perdón.Me confundí por ir tan deprisa.No lo pensé y no me gusta tener faltas de ortografía
Saludos
Gumer Paz ha dit…
Qué buena, Jordi. Qué sensación de abandono con los hierbajos en las juntas de las planchas del suelo y tras la verja o red!
Una forta abraçada
Miguel García ha dit…
Sensaciones raras que retrata muy bien esa fotografía en la que la hierba crece entre las separaciones de las losas de la pista deportiva.
Un abrazo,
VENTANA DE FOTO ha dit…
Es duro lo que está pasando, padres y madres que tienen que trabajar, el colegio cerrado y no tienen quien les cuide al niño. Mientras se trabaja telemáticamente siempre está acompañado, pero el gran problema es ahora cuando todos vuielven a su trabajo...ya han multado a una familia por dejar a un niño de 8 años solo en casa , cuando ellos se iban a trabajar.

El alma de los colegios y los institutos son los niños y sus profesores. Se ve muy triste cuando pasas por sus cercanías y no oyes sus risas ni sus carreras, que eran todo alegría.

Besos
Himawan Sant ha dit…
Estamos aquí, también lo que sucedió en la escuela frente a mi casa ... sucedió como se ve en la foto. Silencioso, tranquilo y no había estado activo en la escuela durante tres meses.
Thank you for sharing this photograph.

All the best Jan
jesus alvarez ha dit…
Muy buena tu entrada, me ha gustado mucho tu reflexion y la fotografia a su altura tambien me encanta, rematada con una gran cancion de alguien que nos acaba de dejar por desgracia, saludos y feliz semana.
El tejón ha dit…
Se fue Pau y nos quedamos vacíos, y en blanco y negro.
Abrazo.
Levana ha dit…
Hola Jordi, vengo a devolverte la visita!!

Último libro leído

Último libro leído
La novela que nos cuenta la dura realidad de las mujeres españolas obligadas a prostituirse en los campos de concentración. Yo, Isidora Ramírez García, que perdí mi nombre cuando abandoné España junto a mi madre, Carmen, y a mi tía Teresa en 1939 en busca de mi hermano Ignacio, voy a contarte mi historia, María. Para que sepas quién soy y quién era tu abuela, y todo aquello que reunió a nuestras familias durante la Guerra Civil para separarlas después. Sabrás de sus pérdidas, que fueron las mías, del dolor inhumano y las lágrimas constantes… Y lo que pasó cuando nuestros destinos se separaron y yo me convertí en una de las prostitutas del campo de concentración de Ravensbrück, un lugar lleno de puentes y palomas blancas, cuyas plumas se ensuciaron de sangre y semen por dos razones: la simple y llana supervivencia y la lucha incesante, con armas escasas, contra el fascismo.