Sueño que estoy perdido. Tu voz suena entre los árboles, pero no te veo. Un pajarito se posa encima de mi hombro y me dice que siga en línea recta, que al final te encontraré. El camino está lleno de obstáculos difíciles de esquivar y con una niebla que hace difícil la visibilidad. Sigo oyendo tu voz, pero no te veo. Oigo un ruido y me giro. No veo nada y empiezo a sentir miedo. De pronto, el pajarito se pone delante de mí y se convierte en un ciervo. Dios, me estoy volviendo loco!!! Me acompaña en mi búsqueda un buen rato, pero ya no te oigo. Cansado de divagar por el bosque pienso que todo está perdido, que te has ido y nunca podremos estar juntos. Al verme tan abatido, el ciervo se pone a llorar y sus lágrimas poco a poco van formando una nueva figura que me acompañaría hasta el final. Esa figura era la de, Pasanj , un pequeño duende. - No te rindas, ahora no. Aún estás a tiempo de encontrar aquello que buscas. El pajarito te indicó el camino, el ciervo te acompa...